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Sonntag, 28. Februar 2010

seitens der Städte.. LISSABON: Annemarie Schwarzenbach,






Lissabon 1941
foto: Annemarie Schwarzenbach
im: CCB Lissabon

British Humor

seitens der Städte.. Lissabon: Annemarie Schwarzenbach


LISSABON 2010 FOTO:G.Ludovice
Se embarcó en Lisboa y, después de una larga travesía y de viajes en ferrocarril, llegó a Leopoldville, la capital del Congo belga. / Foi de Lisboa, a bordo do navio Colonial, que Annemarie partiu rumo ao continente africano.
Annemarie Schwarzenbach

Annemarie Schwarzenbach

Annemarie Schwarzenbach: la viajera inconsolable. Su extraña y desgarradora belleza hizo que Thomas Mann la bautizara para siempre como "el ángel devastado", aunque su fuerza también demostró ser devastadora.
Arqueóloga? periodista, fotógrafa y novelista, Annemarie registró en sus crónicas y en sus obras de ficción las costumbres, la historia y los paisajes de los países que recorrió (Persia, Afganistán, el Congo Belga, Rusia, los Estados Unidos), así como el espíritu de sus habitantes.
La belleza andrógina del rostro de Annemarie, su inteligencia, enriquecida por una vasta cultura, seducían por igual a hombres y mujeres.
El dinero de su poderosa familia le facilitó el conocimiento de los territorios más remotos. En esas comarcas, intentaba hallar el pasaje a "otro mundo", huía de la civilización occidental, de lo que se dio en llamar "la enfermedad de Europa".
Impulsada por su sed de absoluto, Schwarzenbach convirtió su "huida" a otros continentes en una experiencia casi mística, que terminó por destruirla.
Alfred Schwarzenbach, el padre de Annemarie, pertenecía a una familia patricia de Suiza que había forjado una inmensa fortuna en la industria de la seda.
Su esposa, Renée Wille, era una aristócrata alemana emparentada con el canciller Von Bismarck. El matrimonio tuvo tres varones y dos hijas.

Annemarie fue la tercera en nacer, el 23 de mayo de 1908. Para albergar a esa numerosa familia, Alfred y Renée compraron una vasta propiedad, Bocken, cerca de la aldea de Horgen. Renée tenía tres pasiones: los caballos, la música y la mezzo soprano alemana Emma Krüger.
Renée le inculcó a Annemarie su amor por la música y la hija se convirtió en una gran pianista, pero su interés más profundo era la escritura.

La madre no veía con buenos ojos que la chica escribiera porque sentía que así escapaba de su control. No es extraño que el título de uno de los primeros relatos de Annemarie fuera "Cuento de la princesa prisionera".
Como su salud era frágil, cursó la escuela primaria en su hogar y sólo ingresó en un instituto de enseñanza pública en el secundario. Por fin, la muchacha podía salir de su casa. Entonces aprovechó para hacerse escapadas al teatro. Esas travesuras tuvieron un resultado imprevisto: se enamoró de una actriz.
Cuando Renée se enteró, la envió a un pensionado en el que se educaban jóvenes de buena familia.

En 1923, Annemarie ingresó en la Universidad. Los muchachos se sentían impresionados por esa joven alta, aristocrática, inteligente y de rostro angelical.
Ella miraba con cierta condescendencia a sus compañeros porque sólo se ocupaban de frivolidades.
Annemarie, en cambio, aspiraba a ir al fondo de las cosas y encontrarle un sentido a la existencia. Ese sentido sería una señal de Dios, que le permitiría salvarse. Por supuesto, seguía escribiendo.
Hizo un viaje a París hacia fines de 1928 y frecuentó el ambiente de la bohemia, pero también trabajó. Volvió de esa estadía con tres textos: Nouvelle Parisiense I, II y París III.
Sus primeros viajes y los hermanos Mann En 1930 se produjo un encuentro decisivo en la vida de la muchacha. Conoció a Erika y Klaus Mann, los hijos de Thomas Mann, el autor de La montaña mágica.
Los hermanos eran los niños terribles del mundo intelectual alemán. Tenían ideas revolucionarias y se burlaban de las convenciones. Les interesaba el teatro y ponían en escena obras provocadoras.
Annemarie se enamoró de Erika, pero ésta sólo sentía amistad por ella y siempre se comportó respecto de la "princesa Miro" -así la habían apodado los Mann- como una hermana mayor.
Después de que Annemarie terminó su doctorado en historia, en 1931, se publicó su primera novela, Los amigos de Bernhardt, donde retrata la atmósfera de desesperanza y disipación en la que vivía su generación. Bernhardt, el protagonista, es un joven de buena familia que quiere ser pianista y entra en contacto con un ambiente alejado de los ideales burgueses. Entre sus nuevos amigos, la angustia y la falta de valores se resuelve en una ronda amorosa en la que todas las combinaciones son posibles por la indeterminación sexual de quienes participan en ella. El carácter autobiográfico del relato era evidente.
Para escapar de su familia, Annemarie logró que el profesor Carl Burckhardt le propusiera ayudarlo a preparar un libro biográfico, lo que la obligó a trasladarse a Berlín.

A comienzos de los años 30, la capital de Alemania tenía la vida nocturna quizá más intensa de Europa. Ese ambiente tuvo un efecto perturbador en la joven. Al principio frecuentó diariamente los clubes y bares de lesbianas donde su belleza andrógina tuvo un éxito imaginable. Por primera vez, sintió que había perdido el control de su vida. Sin ninguna obligación, librada a sí misma, se enajenaba bebiendo o haciendo el amor de un modo promiscuo. Pasada la primera euforia, tuvo una "crisis de nervios" y estuvo a punto de suicidarse.
Annemarie encontraba en la escritura la única manera de combatir la angustia y la sensación de traicionar a su familia que la acosaba cuando quería ejercer su libertad.

Al escribir, el dolor no cesaba, pero encontraba un cauce y le impedía entregarse a actos de los cuales después se arrepentía. Ese sería el molde de conducta de toda su vida. Tenía que poner por escrito sus experiencias, porque era la única manera de escapar del vacío, pero esa tarea en la que debía hurgar en sus sentimientos más profundos para compartirlos con los otros la desgarraba y, al cabo de un tiempo, aumentaba su angustia, lo que la llevaba, en un círculo sin fin, a escribir incesantemente, como alucinada.
En Berlín, Annemarie terminó Nouvelle lírica, donde cuenta el amor desdichado de un joven con una cantante de cabaret. El libro apareció en abril de 1933, en el momento en que el ascenso de Hitler al poder era inevitable. La obra pasó casi inadvertida.
Nadie estaba interesado en un tema tan alejado de la realidad política. Con todo, Anne no se sintió desanimada. Huyendo del horror Después de un viaje a Escandinavia para hacer reportajes destinados a la agencia Akademia, la joven suiza conoció a Mopsa Sternheim, una mujer que conseguía drogas como si se tratara de azúcar.

En noviembre de 1932, Annemarie comenzó a consumir morfina y pronto se convirtió en adicta. Buscaba en los "paraísos artificiales" una manera de paliar la angustia que la devoraba. Por supuesto, sólo lograba agravar el desamparo que la torturaba.
En esos meses, Erika y Klaus, acérrimos militantes antinazis, debieron huir de Alemania porque estaban a punto de ser detenidos. Erika se refugió en Suiza y Klaus se fue a París. El no volvería a pisar su patria sino doce años después. Por entonces, Annemarie comenzó su novela Huida hacia arriba. El protagonista Francis von Ruthern se siente inepto para enfrentar el caos, las traiciones y las mezquindades de la historia, por eso decide irse a vivir a las montañas, el mundo que ama, donde piensa ser útil a los demás y satisfacer su deseo de serenidad. Como una señal del destino, cuando regresa a las cimas, salva a un niño de morir en la nieve. Al igual que el protagonista de su novela, Annemarie no se sentía con fuerzas para luchar contra el mundo "de abajo", es decir contra el nazismo y, sin embargo, tampoco podía desentenderse de lo que pasaba.
Tironeada por esos dos sentimientos, le propuso a Klaus que dirigiera una revista de oposición a Hitler. Así nació Die Sammlung, que duraría dos años y se editaría en Amsterdam. Annemarie fue quien proveyó secretamente los fondos para esa empresa.
Entre los colaboradores del mensuario estaban André Gide, Aldous Huxley, Heinrich Mann, Bertolt Brecht, Joseph Roth, Ernest Hemingway, Albert Einstein y Jean Cocteau.

A mediados de 1933, Annemarie empezó a preparar un viaje a Persia que había postergado. El 12 de octubre subió al Orient-Express. Regresaría siete meses más tarde, después de haber cumplido un itinerario que la llevó hasta Persia.
La extrañeza de los paisajes, de las costumbres, la sumieron en la melancolía y en una sensación de irrealidad. Los desiertos a la luz de la luna se le antojaban imágenes de pesadilla.
Durante ese recorrido bebió, se drogó, se enfermó, dudó de sus conocimientos de arqueología y extrañó Europa.
Para olvidarse de sí misma, por las noches se internaba en los barrios más tenebrosos de las ciudades, frecuentaba prostitutas y se despertaba atontada por el haschich.
Como resultado de ese viaje, escribió Invierno en Medio Oriente, su libro más objetivo, donde evitó volcar su intimidad.
Cuando volvió a Europa, se enteró de que el Tercer Reich le negaba la condición de residente. Convertida en una abierta opositora a los nazis, Annemarie acompañó a Klaus Mann al Primer Congreso de Escritores Soviéticos, en Moscú.
Al principio se entusiasmó con lo que vio, pero pronto le chocaron la sumisión al Partido y el militarismo. Además, no estaba de acuerdo con el realismo socialista que cercenaba el costado "metafísico" de la literatura.


En septiembre de 1934, Annemarie volvió a Persia. Fue a trabajar en una cantera arqueológica. Llevaba una vida ordenada, que la alegraba, pero por la noche la soledad de su cuarto y los ruidos desconocidos la aterrorizaban.

Afortunadamente en la legación francesa de Teherán conoció al diplomático Claude Clarac, segundo secretario de la embajada. Se hicieron amigos inseparables. Él, en realidad, se había enamorado de ella, a pesar de que se sentía más bien atraído por los hombres.
La relación entre ambos progresó de tal modo que Clarac le propuso matrimonio a Annemarie y ella aceptó antes de volver a Europa. Contraerían matrimonio unos meses después.

El 13 de abril de 1935, Annemarie llegó a Beirut donde la esperaba Clarac. De allí partieron a Teherán para casarse.
Cuando llegó el verano, la pareja dejó la ciudad para escapar del calor y se trasladó a las montañas. Vivían en un pabellón del príncipe Fiouz-Mirza, en un lugar paradisíaco. Durante esos meses en Persia, Annemarie escribió un libro de relatos, "La jaula de los halcones", que nadie quiso editar. Más tarde, la autora incluiría algunos de ellos en "Exilios en Oriente". Los protagonistas son europeos que han quedado varados entre paisajes y costumbres que lentamente han carcomido sus voluntades o los han convertido en seres a menudo excéntricos, expuestos al desvarío. La rutina de una esposa de diplomático estaba hecha para irritar a Annemarie. La escritura le servía de consuelo, así como la droga, hasta que en una reunión conoció a una joven persa, Yalé. Las dos se enamoraron. Yalé estaba enferma de tuberculosis y sabía que no viviría mucho. El padre de la muchacha, enfurecido por la pasión de su hija, la encerró en su casa y le prohibió que viera a Mme. Clarac.

Una vez más llegó el verano y Annemarie debió seguir a su esposo al Valle Feliz, entre las montañas. En ese lugar aislado, se enteró de la muerte de Yalé. La historia de ese amor está contado en La muerte en Persia (editado en español), un libro de crónicas y relatos de gran belleza.
La terrible estadía en las montañas quedó registrada en El Valle Feliz. Cuando Annemarie volvió a fines de 1935 a su patria, descubrió con angustia que la mayoría de sus amistades querían dejar el continente o por lo menos Alemania.

Como el trabajo siempre había sido para ella una tabla de salvación, Annemarie resolvió viajar a los Estados Unidos con el fin de hacer notas destinadas a publicaciones alemanas.
Entre septiembre de 1936 y enero de 1938 pasó dos largas temporadas en América. En la primera, hizo una serie de reportajes en ciudades industriales de Pennsylvania. Conversó con negros, blancos, enfermos. Captó con su cámara la mirada desesperanzada de la gente. Después volvió a Europa y se entusiasmó con el proyecto de escribir la biografía del alpinista Lorenz Saladin.
Terminó el libro en poco tiempo y cuando se publicó fue un éxito. En su segundo viaje a los Estados Unidos, Schwarzenbach se ocupó de investigar las condiciones de vida de los obreros agrícolas y los problemas raciales en el Sur.
Escribió entonces artículos de una calidad excepcional.
A mediados de 1938, Annemarie conoció a Ella Maillart, la gran escritora de viajes suiza, de la que había leído Oasis prohibidos. Las nuevas amigas planearon viajar por Afganistán en el Ford de Annemarie. Maillart se dio cuenta desde el comienzo que debería ocuparse de las angustias y la adicción de su compañera, pero pensaba que podría ayudarla.



Las viajeras despertaron curiosidad y cierto asombro escandalizado en Afganistán. Sin embargo, nadie les negó hospedaje y comida.
Después de doce semanas llegaron a Kabul, donde se enteraron del pacto germano-soviético y del estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Resolvieran separarse porque esas novedades aceleraban sus proyectos personales. Maillart partió hacia la India, mientras que Annemarie resolvió recorrer el Turkestán afgano. De su viaje con Maillart queda un testimonio apasionante, el libro ¿Dónde está la tierra de las promesas?

Violencia y locura Annemarie volvió a Europa en 1940.
Llegó a un continente devastado por el huracán nazi. Los Schwarzenbach habían perdido las tres cuartas partes de su fortuna. Annemarie se refugió como siempre en Sils.
Una vez más, la casualidad le dio un nuevo rumbo a su vida. Margot von Opel, una de las mujeres más ricas de Europa, esposa del industrial Fritz von Opel, se encontró con la escritora en casa de unos conocidos e inició con ella una relación que Fritz toleraría de mala gana.
Margot le propuso a Annemarie que se fuera con ella a Nueva York.
La tercera estadía de Schwarzenbach en los Estados Unidos estuvo marcada por el dolor, el drama y los escándalos. En Nueva York vivía con los Von Opel en el Plaza Hotel.

Sólo podía escribir si se emborrachaba o se drogaba, pero la mezcla de drogas y alcohol la volvía agresiva y, en una oportunidad, trató de estrangular a Margot.
A pesar del estado de agitación que consumía a Annemarie, una joven novelista de 23 años que empezaba su carrera, Carson McCullers, la formidable autora de El corazón es un cazador solitario, se enamoró de ella (tiempo después le dedicaría Reflejos en un ojo dorado).

Annemarie admiraba el talento de Carson, pero no podía responder a los sentimientos de la muchacha y, además, no quería romper con Margot.

Extrañaba Europa y la suerte de sus amigos, atrapados por la guerra, la sumía en la desesperación. Una noche, mientras Margot dormía, intentó nuevamente estrangularla y, espantada por lo que iba a hacer, empezó a gritar de tal modo que despertó a todo el hotel.
Pocos días después, llegó la noticia de que Alfred Schwarzenbach había muerto. Su hija, enloquecida, trató de suicidarse.
Uno de los hermanos de Annemarie, que vivía en Nueva York, decidió internarla. En la clínica le impedían escribir, por lo que Annemarie tuvo varias crisis de violencia. Aunque estaba estrechamente vigilada, logró escaparse.
Su fuga fue dramática. Caminó kilómetros en el frío. Llamó a un amigo y lo convenció de que la albergara en su departamento, pero desencadenó un escándalo con sus gritos -porque, según ella, nadie la entendía-, se encerró en el baño y se abrió las venas. La internaron en una clínica de White Plains y se le comunicó que sólo podría salir de allí para volver a Europa.
Se la había declarado insana y se la expulsaba para siempre del país.
En Suiza, se enteró de que su madre se hallaba enferma y de que los Schwarzenbach habían resuelto que Annemarie debía dejar Suiza.
Le ofrecieron mucho dinero para que se fuera. Sólo tenía una posibilidad: volver a partir. Esta vez pensó en África.
Se embarcó en Lisboa y, después de una larga travesía y de viajes en ferrocarril, llegó a Leopoldville, la capital del Congo belga.

Lissabon 1941

Como esposa de diplomático, la alojó el cónsul de Suiza. Pero comenzaron a correr rumores que la perjudicaron. Se decía que era una espía del Tercer Reich. Annemarie resolvió entonces abandonar la ciudad. Había oído hablar de un suizo de apellido Vivien, cuya plantación estaba en Molanda, en la selva ecuatorial. Se le ocurrió que ése era un tema interesante para los lectores suizos. Se puso en camino. Llegó a Lisala, el lugar que Conrad describió en El corazón de las tinieblas.
Allí esperó doce días hasta que un coche la llevó a la plantación de los Vivien, la más importante del Congo. Esa inmensa propiedad era dirigida por Mme.Vivien, que había quedado sola después de que su marido, gravemente enfermo, regresó a Europa.

Ella era una mujer enérgica, protectora y muy tierna. Hospedó a Annemarie en una casa espaciosa.
Lejos de toda distracción, Schwarzenbach escribió quince artículos, dos textos poéticos y uno de prosa, pero como siempre la escritura la dejaba en carne viva.
La señora Vivien se dio cuenta de lo que le pasaba a su huésped y le propuso acompañarla en un viaje por el continente africano. La escritora aceptó. Durante los meses que Annemarie vivió bajo la protección de la señora Vivien, escribió El milagro del árbol, la historia de amor de un hombre y una mujer que, para respetar la independencia de sus almas, resuelven separarse.
Una vez terminada la novela, Annemarie se embarcó rumbo a Europa.
Ya en Suiza, se instaló en la Jägerhaus de Sils. Había llegado a aceptar que nunca estaría del todo curada de su adicción, pero que eso no importaba, siempre podría renacer.

El 6 de septiembre de 1942 iba en un coche a caballo hacia Saint-Moritz, se encontró con una amiga montada en una bicicleta y acordaron intercambiar los vehículos. Annemarie, para probar que no había perdido su destreza, se lanzó cuesta abajo sin tomarse de los manubrios, como acostumbraba hacer en la niñez. Chocó con un obstáculo, voló por el aire y su cabeza dio contra una piedra. Nunca recuperaría por completo la lucidez.

El 15 de noviembre de 1942 murió en Sils como consecuencia del accidente. Hoy, sus textos permiten tener una visión lateral, pero estremecedora, del espíritu de una época y de las angustias de una generación.
Son testimonios de que el mundo había estallado en fragmentos y de que cualquier intento de huir, y no de enfrentar esa catástrofe, sólo podía terminar en tragedia o en una inútil inmolación a un dios silencioso y ausente.
Diz-se que depois do fatídico Verão, de 1942, Annemarie pretendia estabelecer-se em Portugal. Henri Martin, embaixador da Suíça em Lisboa e amigo de longa data, convidou-a para ficar na capital portuguesa como correspondente do jornal Neue Zürcher Zeitung. A própria admite a ideia numa carta a Ella Maillart: “Talvez regresse a Portugal para viver no campo (…)”. Portugal era para si um país “acolhedor”, surgia-lhe como um lugar privilegiado para “estar em contacto com a mentalidade e os problemas” que assolavam a Europa. Talvez fosse o lugar escolhido para continuar a procurar aquilo que nunca soube identificar, aquilo que nunca encontrou. O lugar escolhido para o fim da aventura. Não podemos saber.

obra:
Lyrische Novelle
Bei diesem Regen
Jenseits von New York
Freunde um Bernhard
Muerte en Persia (Tod in Persien)
Auf der Schattenseite
Flucht nach oben
Alle Wege sind offen
Winter in Vorderasien
Unsterbliches Blau
Wir werden es schon zuwege bringen, das Leben
im:wikipedia / viajeros.com /

Samstag, 27. Februar 2010

musik auf Städte



maybe so.. maybe no..

Freitag, 26. Februar 2010

seitens der Städte, William de Ockham, London

LONDON 2009
Foto:G.Ludovice
William de Ockham

William de Ockham, ou Guilherme de Occam (nasceu na vila de Ockham, nos arredores de Londres, na Inglaterra, em 1285 - morreu em 3 ou 4 de abril de 1349 (ou 1350), vítima da peste negra, em Munique).
Foi provavelmente o criador da teoria da Navalha de Occam, foi um filósofo da lógica e um teólogo escolástico inglês, considerado como o representante mais eminente da escola nominalista, principal corrente das escolas tomista e escotista.
William de Ockham, conhecido como o « doutor invencível » e o « iniciador venerável », nasceu na vila de
Ockham, nos arredores de Londres, na Inglaterra, em 1285, e dedicou seus últimos anos ao estudo e à meditação num convento de Munique, onde morreu em 9 de abril de 1347, vítima da peste negra.

Quando ainda em idade precoce, ingressou na Ordem Franciscana, onde estudou Filosofia.
Jovem ainda, foi para a
Universidade de Oxford ensinar ciências filosóficas e matemática, teve contato com outro franciscano, o filósofo e teólogo, Duns Scot, do qual se tornou discípulo. Escreveu vários ensaios sobre as Sententiarum Libri (Sentenças) do teólogo Pedro Lombardo.
Um ponto drástico de sua vida ocorreu quando Occam chegou à conclusão de que o
papa João XXII estava defendendo uma heresia acerca da pobreza evangélica.[1] Em função da controvérsia que surgiu, Occam fugiu para Pisa, e, em seguida, acompanhou o imperador Luís da Baviera para Munique. Em Munique, continuou a atacar a figura do Papa, redigiu vários ensaios abordando a infalibilidade papal, defendendo a tese de que a autoridade do líder é limitada pelo direito natural e pela liberdade dos liderados, esta afirmada nos Evangelhos, deixando sua situação com a Igreja cada vez mais difícil. Um de seus argumentos mais fortes foi a afirmação categórica que um cristão não contraria os ensinamentos evangélicos ao se colocar ao lado do poder temporal em disputa com o poder papal.

http://www.youtube.com/watch#v=9XEA3k_QIKo&feature=related

Esboço de uma Summa logicae - Manuscrito de 1341 com a inscrição frater Occham iste
É um filósofo que deixa transparecer sua intensa luta pela liberdade e que ao longo de sua vida jamais permitiu que lha tirassem e, mais, buscou através de suas obras orientar para que os homens de sua época também não o permitissem.
Não é por acaso que seu pensamento ficou relegado nos compêndios e seu nome citado entre os adversários da Igreja juntamente com outros nomes bem conhecidos, tais como, Pelágio, Ario, Berengário e Lutero.
Para a ética a liberdade é o assunto por excelência.
A liberdade é muito importante para a ética, porque se ocupa do agir humano, da finalidade de nossa vida e existência.
Para Ockham, a liberdade apresenta-se como a possibilidade que se tem de escolher entre o sim ou o não, de poder escolher entre o que me convém ou não e decidir e dar conta da decisão tomada ou de simplesmente deixar acontecer.

A preocupação de Guilherme de Ockham é com o facto de que o poder tirânico é contrário a liberdade a nós concedida por Deus e a natureza. Isto não é admitido como verdade por todos os filósofos, mas para o pensamento medieval do qual Ockham é um representante, mesmo que tenha sido rejeitado ao romper com algumas questões medievais, isso é uma verdade, pois o filósofo medieval aceita a verdade revelada como verdade e a fé como critério de conhecimento.
Ockham denuncia aqueles que em nome da religião, passaram a usurpar a liberdade. E que tais usurpadores entendem, assim como ele, a liberdade como um dom de Deus da natureza. Ele pergunta-se, ao contrário dos pensadores do século XIII, pela validade do conhecimento universal enquanto aqueles perguntavam pelo conhecimento das coisas singulares. Ao fazer isso, chama a atenção para o mundo dos indivíduos.
Ockham situa a ação humana no indivíduo e suas escolhas reais e concretas, presentes não em verdade ou entes universais, mas nas coisas e situações particulares, singulares. Distingue faculdades humanas de faculdades animais, ou seja, o homem possui a capacidade de viver pela arte e pela razão, que no entendimento do filósofo seriam as faculdades humanas e é por elas que deve agir e não pelas faculdades animais (seus instintos). Pressupõe-se assim que é de nossa própria natureza a capacidade de escolha exercida por meio da liberdade, entendida como presente de Deus e da natureza.
Occam escreveu sua obra cognominada Ordinatio, esta discorria que todo conhecimento racional tem base na lógica, de acordo com os dados proporcionados pelos sentidos.
Uma vez que nós só conhecemos entidades palpáveis, concretas, os nossos conceitos não passam de meios lingüísticos para expressar uma idéia, portanto, precisam realidade física, para as comprovações.
Criou a máxima pluralidades não devem ser postas sem necessidade, ou (sic) pluralitas non est ponenda sine neccesitate, chamado de a Navalha de Ocam, no inglês, Occam's Razor.

Conceito bastante revolucionário para a época, a Navalha de Occam defende a intuição como ponto de partida para o conhecimento do universo.
Occam com destreza conseguiu demonstrar que o "Duns Scotus", princípio da economia, conhecido como "navalha de Occam" estabelece que "as entidades não devem ser multiplicadas além do necessário, a natureza é por si econômica e não se multiplica em vão".

Este é um princípio filosófico que reza o seguinte: existindo diversas
teorias e não havendo evidências que comprovem se é mais verdadeira alguma em relação a outras, vale a mais simples, ou se existirem dois caminhos que levem ao mesmo resultado, usa-se o mais curto, e que pode ser provado sensorialmente. Em outras palavras, não se deve aplicar a um fenômeno nenhuma causa que não seja logicamente dedutível da experiência sensorial. A regra, inspirada na economia medieval, foi usada pelo filósofo para eliminar muitas das entidades com que os pensadores escolásticos explicavam a realidade.

O simplismo aparente da Navalha de Occam, se mal aplicado, pode muitas vezes nos induzir a erros de avaliação em determinados momentos da lógica. Por exemplo, ao efetuarmos determinados experimentos, nem sempre a simplificação é correta, mesmo que o resultado seja muito próximo, ou até idêntico, porém é bastante útil quando o utilizamos em experimentos práticos para comprovar se teorias matemáticas num determinado campo são concordantes.

Nem sempre a simplicidade é a perfeição, mas a perfeição quase sempre é simples. Muitos autores usam a expressão de que, a simplicidade é a perfeição, quando se lida com experimentos que exigem um certo grau de complexidade. Ao utilizar soluções simplistas de análise, poder-se-á incorrer em erros que podem destruir muitas vezes um trabalho de anos. Simplicidade não é sinônimo de facilidade ou simplismo. Em geral obter uma visão ou uma explicação simples para temas complexos exige um esforço maior do que criar visões complexas, mesmo que corretas, sobre o mesmo tema.
O
Cálculo Diferencial e Integral, assim como grande parte das descobertas científicas da humanidade certamente passou, ao longo de sua história, por inúmeras reformulações decorrentes do aprendizado e realimentação pelas comunidades científicas (Em geral na física e na matemática) até chegar ao currículo básico de qualquer curso de matemática de nível superior. A simplicidade é consequência da experiência, da criatividade e da capacidade de sintetização, além de outros talentos.

Um dos mais importantes é a falta de dados para comprovar se a teoria A é mais correta que a teoria B, ambas tendo o mesmo resultado, porém os cálculos e argumentos da teoria A sendo muito mais complexos que para a teoria B. A comunidade científica escolherá sempre a segunda opção, a mais simples.
Provavelmente, quando escreveu que as teorias devem ser tão simples quanto possível, mas nem sempre devemos escolher as mais simples,
Albert Einstein estava se referindo ao princípio de Occam em sua Teoria da Relatividade, pois sabia que as hipóteses testadas muitas vezes caíam em contradições, apesar do resultado ser aparentemente perfeito. Daí pode ter sido a utilização do princípio de Occam em alguns pontos considerados contraditórios em seu postulado, pois em matemática, às vezes verdades claras à luz das deduções tornam-se contraditórias ao passar para a linguagem coloquial.
im:wikipedia

Donnerstag, 25. Februar 2010

Dienstag, 23. Februar 2010

British Humor


seitens der Städte.. LONDON: Paul Verlaine

LONDON 2009
.FOTO:G.Ludovice

Paul Verlaine vai com Rimbaud para Londres em 1872


Paul Verlaine

Paul Marie Verlaine (30 de Março de 18448 de Janeiro de 1896) é considerado um dos maiores e mais populares poetas franceses.

Nascido em
Metz, ele foi educado no Liceu Bonaparte (atual Liceu Condorcet), em Paris e depois começou a trabalhar como funcionário público. ele começou a escrever poesia cedo, e foi inicialmente influenciado pelo parnasianismo e seu líder, Charles Leconte de Lisle. A primeira obra publicada de Verlaine, Poèmes saturniens (1866), apesar da crítica negativa de Sainte-Beuve, o estabeleceu como um poeta de originalidade e futuro promissor.

A vida particular de Verlaine invadiu seu trabalho, começando pelo seu amor por Mathilde Mauté. Mauté tornou-se sua esposa em 1870. Na proclamação da Terceira República no mesmo ano, Verlaine juntou-se ao 160º batalhão da Guarda nacional, e tornou-se Communard em 18 de março de 1871. Ele veio a ser chefe do escritório de imprensa do Comitê Central da Comuna de Paris. Verlaine escapou das mortais lutas de rua conhecidas como Semana Sangrenta, ou Semaine Sanglante, e foi esconder-se no Pas-de-Calais.
Verlaine voltou a Paris em agosto de 1871 e, em setembro, recebeu a primeira carta do poeta Arthur Rimbaud. Em 1872, ele já havia perdido interesse em Mathilde, e logo abandonou-a com seu filho, preferindo a companhia de seu novo amigo. A tempestuosa relação de amizade de Rimbaud e Verlaine os levou a Londres, em 1872.
Em julho de 1872 em uma crise de desespero Verlaine disparou dois tiros com uma pistola em Rimbaud, atingindo seu pulso, mas sem causar-lhe sérios danos.
Como resultado indirecto desse acidente, Verlaine foi preso e encarcerado em Mons, onde ele experimentou uma conversão à Igreja Católica, o que novamente influenciou suas obras e provocou críticas afiadas de Rimbaud. "Romances sans paroles" foi o resultado poético deste período.
Depois de sair da prisão, Verlaine viajou novamente à Inglaterra, onde trabalhou por alguns anos como professor e produziu outra obra de sucesso, Sagesse. Ele voltou à França em 1877 e, enquanto ensinava Inglês em uma escola em Rethel, apaixonou-se por um de seus alunos, Lucien Létinois, que foi quem o inspirou a escrever seus próximos poemas. Verlaine ficou devastado quando o garoto morreu de tifo em 1883.

Verlaine em um café.
Os últimos anos de Verlaine testemunharam dependência de drogas, alcoolismo e pobreza. Ele viveu em bairros pobres e hospitais públicos, e passava seus dias bebendo absinto em cafés parisienses.
Por sorte, o amor à arte dos franceses foi capaz de dar-lhe apoio e alguma ajuda financeira: suas poesias antigas foram redescobertas, seu estilo de vida e estranho comportamento em frente a platéias atraíram admiração, e em 1894 ele foi eleito "Príncipe dos Poetas" da França.

Sua poesia foi admirada e reconhecida como inovadora, servindo de fonte de inspiração para famosos compositores, como Gabriel Fauré, que transformou vários de seus poemas em música, incluindo La bonne chanson, e Claude Debussy, que tornou música cinco dos poemas de Fêtes galantes. Paul Verlaine morreu em Paris com 51 anos de idade, em 8 de janeiro de 1896, e foi enterrado no Cimetière des Batignolles.
Muito da poesia francesa produzida durante o fin de siècle (fim do século - movimento cultural francês que aconteceu entre 1880 e o começo da Primeira Guerra Mundial), que foi caracterizado como "decadente" por seu conteúdo chocante ou visão moral. Em uma veia parecida, Verlaine usou a expressão poète maudit("poeta maldito") em 1884 para se referir a um número de poetas como Stéphane Mallarmé e Arthur Rimbauld que haviam lutado contra convenções poéticas e reprimendas sociais sofridas ou foram ignorados pelos críticos.
Mas com a publicação do Manifesto Simbolista de Jean Moréas em 1886, foi o termo simbolismo que começou a ser mais aplicado ao novo ambiente literário. Juntamente com Verlaine, Mallarmé, Rimbauld, Paul Valéry, Albert Samain e muitos outros começaram a ser chamados de "Simbolistas".
Esses poetas iriam, de vez em quando, compartilhar temas correspondentes às estéticas de Schopenhauer e noções de desejo, fatalidade e forças inconscientes, e temas de sexo (como prostitutas), a cidade, fenômenos irracionais (delírios, sonhos, narcóticos e álcool), e às vezes um vago contexto medieval.

Na poesia, o procedimento simbolista era usar discretas sugestões ao invés de precisas declarações (a retórica foi banida) e evocar humores e sentimentos através da mágica de palavras e sons repetidos, da cadência do verso (musicalidade) e da inovação métrica.
Vários aristas pintaram seu retrato. Entre os mais ilustres estão Henri Fantin-Latour, Antonio de la Gándara, Eugène Carrière, Frédéric Cazalis, e Théophile-Alexandre Steinlen. O tempo em que Rimbauld e Verlaine passaram juntos foi o tema do filme Total Eclipse (1995), dirigido por Agnieszka Holland e com roteiro de Christopher Hampton, baseado em sua peça. Verlaine foi interpretado por David Thewlis.
Obra
Poèmes saturniens (1866)
Les Amies (1867)
Fêtes galantes (1869)
La Bonne chanson (1870)
Romances sans paroles (1874)
Sagesse (1880)
Les Poètes maudits (1884)
Jadis et naguère (1884)
Amour (1888)
Parallèlement (1889)
Dédicaces (1890)
Femmes (1890)
Hombres (1891)
Bonheur (1891)
Mes hôpitaux (1891)
Chansons pour elle (1891)
Liturgies intimes (1892)
Mes prisons (1893)
Élégies (1893)
Odes en son honneur (1893)
Dans les limbes (1894)
Épigrammes (1894)
Confessions (1895)
im:wikipedia

Montag, 22. Februar 2010

Oberflächengrammatik

BERLIN 2008
Foto:G.Ludovice

Freitag, 19. Februar 2010

musik auf Städte

seitens der Städte.. WIEN: Heimito von Doderer

WIEN 2007
Foto:G.Ludovice
Heimito von Doderer
Foi um escritor austríaco.
Foi prisioneiro de guerra na
Sibéria (1916-1920), doutorou-se em Filosofia em Viena (1925).
Na sua narrativa apresenta personagens e caracteres demoníacos e fatalistas, utilizando traços característicos do grotesco e do humor negro. Mostra também influências proustianas nos romances, plenos de barroquismo, em que retrata a Áustria antes da I Guerra Mundial.

Um dos autores mais notáveis da literatura austríaca do século XX, Heimito von Doderer nasceu em 1896, em Viena, a cidade da sua vida, onde inicia o curso de Direito a partir de 1914. Um ano mais tarde interrompe os estudos para se alistar como voluntário no 3.º Regimento Real de Lanceiros.
Participa na campanha russa e em 1916 é capturado e feito prisioneiro de Guerra. Os quatro anos seguintes são passados na Sibéria em condições extremas, até que em 1920 regressa a Viena e aos estudos, desta vez de História e Psicologia.
Em 1923 publica pela primeira vez um pequeno volume de poemas.
Começa a publicar com alguma frequência, e escreve pequenos contos para jornais. Chegada a II Grande Guerra Mundial participa de novo, pelo lado dos Nazis, e é novamente encarcerado como prisioneiro de guerra, agora na Noruega, entre 1945 e 1946. Publica abundantemente nos anos que se seguem, conquistando o Grande Prémio do Estado Austríaco.
Ein Mord, den jeder begeht (romance) (1938)
Ein Umweg (novel) (1940)
Die Strudlhofstiege (romance) (1951)
Die Dämonen (novel) (1956) - a obra mais famosa.
Die Peinigung der Lederbeutelchen (stories) (1959)
Die Wasserfälle von Slunj (novel) (1963) - o seu último romance completo.
Schüsse ins Finstere.Zu Heimito von Doderers Kurzprosa (2001, Königshausen & Neumann - Hrsg. von Gerald Sommer und Kai Luehrs-Kaiser), obra póstuma
im:wikipedia/Assírio e Alvim

Donnerstag, 18. Februar 2010

musik auf Städte

seitens der Städte, Benguela, Alda Lara

BENGUELA 2006
Foto:G.Ludovice
Alda Lara

Alda Ferreira Pires Barreto de Lara Albuquerque.
Benguela, Angola, 9.6.1930 - Cambambe, Angola, 30.1.1962
Era casada com o escritor Orlando Albuquerque. Muito nova veio para Lisboa onde concluiu o 7º ano do Liceu. Freqüentou as Faculdades de Medicina de Lisboa e Coimbra, licenciando-se por esta última.
Em Lisboa esteve ligada a algumas das atividades da Casa dos Estudantes do Império. Declamadora, chamou a atenção para os poetas africanos.
Depois da sua morte, a Câmara Municipal de Sá da Bandeira instituiu o Prêmio Alda Lara para poesia. Orlando Albuquerque propôs-se editar-lhe postumamente toda a obra e nesse caminho reuniu e publicou um volume de poesias e um caderno de contos. Colaborou em alguns jornais ou revistas, incluindo a Mensagem (CEI).
Obra poética:
Poemas, 1966, Sá de Bandeira, Publicações Imbondeiro;
Poesia, 1979, Luanda, União dos Escritores Angolanos;
Poemas, 1984, Porto, Vertente Ltda. (poemas completos).
Testamento
À prostituta mais nova
Do bairro mais velho e escuro,
Deixo os meus brincos, lavrados
Em cristal, límpido e puro...
E àquela virgem esquecida
Rapariga sem ternura,
Sonhando algures uma lenda,
Deixo o meu vestido branco,
O meu vestido de noiva,
Todo tecido de renda...
Este meu rosário antigo
Ofereço-o àquele amigo
Que não acredita em Deus...
E os livros, rosários meus
Das contas de outro sofrer,
São para os homens humildes,
Que nunca souberam ler.
Quanto aos meus poemas loucos,
Esses, que são de dor
Sincera e desordenada...
Esses, que são de esperança,
Desesperada mas firme,
Deixo-os a ti, meu amor...
Para que, na paz da hora,
Em que a minha alma venha
Beijar de longe os teus olhos,
Vás por essa noite fora...
Com passos feitos de lua,
Oferecê-los às crianças
Que encontrares em cada rua...
im:blogue : alda lara

musik auf Städte

British humor

Club:
Mm the British are obviously warmer people than I thought..
-And I say you are not properly dressed !!

Dienstag, 16. Februar 2010

seitens der Städte, Massimo Troisi


Massimo Troisi (19 February 1953 - 4 June 1994)

Was an Italian actor, film director and poet. He is best known for his role as Mario Ruoppolo in the 1994 film Il Postino.
Troisi was born into a large family in San Giorgio a Cremano, a town near Naples. His father was a train engineer. Some of his family experiences were later told in his first movies. After high school, Troisi wrote some poems inspired by his favourite author, Pier Paolo Pasolini, and, in 1969, started to play in a small local theatre together with some childhood friends (including Lello Arena and Enzo De Caro).





The early death of his mother condemned Troisi to a harsh period of activity, which is said to have had a role in the development of his increasingly serious heart problems which were brought on during his teenage years from bouts of rheumatic fever. (In 1976 he had to visit the United States for a heart valve operation, the expenses for which were paid with the help of his friends.)



Troisi started his artistic career as a cabaret showman in 1972, as a member of the comic trio called "I Saraceni" ("The Saracens") and, later, "La Smorfia" (from the name of the "book of the numbers" traditionally used in Naples for lottery and tombola, but also meaning "the face", as in "to make a face"). His mates were De Caro and Arena. They gained national fame on the radio and increased it consistently from 1977 onwards eventually becoming TV stars with the shows Non Stop, La sberla (1978) and Luna Park (1979). Troisi soon gained the status of leader of the trio. He was noted for his use of facial mimicry and of apparently confused speech—in these he drew inspiration from such famous figures of Neapolitan comedy as Totò, Eduardo and Peppino De Filippo.


Troisi wrote, directed and played his first film, Ricomincio da tre ("I Start Over from Three") in 1981. He achieved wide success and critical praise, imposing himself as one of the most talented new Italian directors of 1980s. Like the second movie, Ricomincio da tre is centered on the troublesome love life of a Neapolitan character, partly inspired by Troisi's youth, as well as featuring Lello Arena. Scusate il ritardo, similar to the preceding one, was released in 1983.
Troisi starred opposite
Roberto Benigni in Non ci resta che piangere (1985), in which they play two friends who are accidentally transported back in time to the 15th century; there they meet Leonardo da Vinci and, upon realising which age they are in, travel to Spain to try to stop Christopher Columbus from discovering the Americas.
After some small acting roles, in 1987 Troisi directed
Le vie del Signore sono finite, set during the Fascist era. The movie won a Silver Ribbon for best screenplay. In the following years, he starred alongside Marcello Mastroianni, in Ettore Scola's Splendor (1988), Che ora è? (1989) and Il viaggio di Capitan Fracassa (1990). His last movie as director (also as screenwriter and actor) was Pensavo fosse amore, invece era un calesse (1991), again centering on the every day difficulties of love between a man and a woman (portrayed by Francesca Neri).


Troisi came to international fame through the success of Il Postino, directed by Michael Radford. Troisi died in 1994 of a heart attack in his sister's house in Ostia (Rome) twelve hours after the main filming on Il Postino had finished. It was reported that he postponed surgery to complete the film.
He was posthumously nominated for an
Academy Award for Best Actor for his role, becoming one of only seven actors (Jeanne Eagels, James Dean, Spencer Tracy, Peter Finch, Sir Ralph Richardson and Heath Ledger) to be posthumously nominated for an acting Academy Award.
A good personal friend of the
musician and singer Pino Daniele (who wrote most of the soundtracks for his movies), he wrote lyrics for his music or adapted his poetry for it. Eduardo De Filippo, father of Neapolitan theatre of the 20th century, said of him that he was a comic actor of the future, but with his roots in the past.



Ricomincio da tre (1981)
Morto Troisi, viva Troisi! (1982, TV special)
Scusate il ritardo (1983)
Non ci resta che piangere (1984, with Roberto Benigni)
Le vie del Signore sono finite (1987)
Pensavo fosse amore, invece era un calesse (1991)
[
edit] Screenwriter
Ricomincio da tre (1981)
Morto Troisi, viva Troisi! (1982)
Scusate il ritardo (1983)
Non ci resta che piangere (1984)
Le vie del Signore sono finite (1987)
Pensavo fosse amore, invece era un calesse (1991)
Il Postino (1994)